La hora violeta, de Sergio del Molino

La hora violeta (Literatura Random House, 2016), de Sergio del Molino.

Duele demasiado este libro.

La hora violeta (Literatura Random House, 2016), de Sergio del Molino, es un libro demasiado doloroso. Hay que tener cuidado al acercarse a él, sobre todo aquellos que sean más sensibles al dolor. En este libro se cuenta la experiencia personal del autor, que pierde a su primer hijo, Pablo, cuando este tiene menos de dos años, por la leucemia que el pequeño padece.

Una tras otra, las páginas narran el día a día del autor, su mujer Cris y su hijo Pablo, o bien los viajes que hicieron antes de que a Pablo lo ingresaran en el hospital, o bien ya en el hospital. En el hospital transcurren la mayoría de las páginas, donde el autor despliega su músculo literario y narrativo para tocar la fibra sensible del lector, pues yo al menos no he podido evitar llorar en algunos pasajes. Por ejemplo, casi al final del libro, cuando el autor repasa con la vista y besa los peluches que pertenecieron a su hijo, como el Vaquero Gay, que lo acompañó en sus días de hospital sin perder la sonrisa. Me parece un pasaje bellísimo donde prevalece la devastación emocional de un padre que ha perdido a su hijo y que, tal y como él dice, ha hecho un trato con la pena para que esta le deje vivir.

En lugar de La hora violeta, un niño un poco más mayor que lo que es Pablo cuando el libro termina, leyó en el libro que yo sostenía La hora violenta, y le rectifiqué. Aunque luego me di cuenta de que, realmente, también estaba en lo cierto, pues esta es una historia violenta donde el dolor y la tristeza prevalecen sobre todas las cosas, pero también la esperanza, aunque se percibe que esta esperanza solo quedará en eso, pues el final se conoce de antemano.

El autor nombra varias veces el libro Mortal y rosa, de Francisco Umbral, que da nombre a este blog y que pienso releer este año. En ese libro, el autor también narra la pérdida de su hijo a manos de la leucemia, y en mi opinión es uno de los libros más bellos que he leído, que acumula al mismo tiempo tanto dolor como calidad literaria.

En definitiva, este es un libro tan maravilloso como duro. Es una historia cruel que es imposible de ignorar. Recomiendo, por tanto, leer este libro para ver la humanidad y el dolor que estas páginas concentran, la impotencia del padre que ni puede salvar a su hijo ni puede salvar a otros. Demasiada tristeza en tan pocas páginas.