El honor perdido de Katharina Blum o cómo surge la violencia y adónde puede conducir (Austral, 2015), de Heinrich Böll y traducido por Helene Katendahl y Bárbara Serrano.
Un libro muy periodístico.
El honor perdido de Katharina Blum o cómo surge la violencia y adónde puede conducir (Austral, 2015), de Heinrich Böll y traducido por Helene Katendahl y Bárbara Serrano, es un libro que tiene más pinta de ser una mezcla, tal y como dice la contraportada, «entre informe policial y artículo periodístico».
La novela narra, con saltos en el tiempo y muchos personajes de por medio, una historia pintoresca y violenta, la de Katharina Blum. Blum es una joven sirvienta de dos domicilios que, el 20 de febrero de 1974, acude a una fiesta, en la que conoce a un hombre, con quien se va a casa y se acuesta. Al poco tiempo, Blum se entera de que ese hombre es un delincuente muy buscado en el país, y un periódico (no es cualquier periódico, sino El Periódico, pues en la novela se resalta en versalitas para que conste que es uno en concreto) comienza a publicar informaciones sensacionalistas que buscan implicar a Blum como cómplice del delincuente.
Y, al final, El Periódico consigue destrozar su vida y la de aquellas personas de su alrededor (los dueños del domicilio del que era sirvienta se enfrentan a numerosos contratiempos y dificultades que le hacen llegar a las manos con los que, en otros tiempos, fueron sus amigos). La gente empieza a calificar a Blum según los rumores e incluso hay algunos que aún la apoyan.
Aun así, las informaciones de El Periódico hacen mella y Katharina Blum sigue siendo sospechosa de participar junto al delincuente en alguno de sus delitos o, por lo menos, de ayudarle a escapar de su casa tras la noche pasional que pasaron juntos. Los periodistas de El Periódico se basan en una red de complicados tejemanejes para conseguir unir cabos alrededor de la vida de Katharina Blum de modo que su honor y su reputación (que estaba alta, pues sus jefes hasta entonces la habían tenido en alta estima) queden por los suelos.
Será la propia Blum la que se tome la justicia por su mano y asesine al periodista encargado de publicar estas informaciones difamatorias contra su persona, por lo que será encarcelada. La novela nos viene a decir que, con la vida tan ordenada y correcta que llevaba la joven Blum, por una serie de informaciones sensacionalistas, comienza a ser tachada de mujer «con pintas de prostituta» o de recibir constantes «visitas de caballeros», además de otros improperios y falsedades.
La vida de Blum cae en un pozo sin fondo del que es mejor alejarnos para no caer nosotros detrás de ella. Esta es una realidad, la del poder que ejercen los medios de comunicación en la vida pública y en la capacidad de repercusión mediática que puede tener una información, sea verídica y fidedigna o no. De hecho, este libro me lo recomendó un profesor de la universidad hace dos años y ahora que lo he leído he entendido a qué se refería. Aunque, siendo justo y sincero, me esperaba más. Me ha dado la sensación de que he leído un informe policial más que una novela. Hay mucha acción, y muchos detalles explicados (eso a mí me gusta y no lo encuentro siempre en las novelas), pero no he podido establecer la típica conexión especial que se suele generar entre autor y lector cuando se lee una novela.
Aun así, muy recomendada para los periodistas y periodistas en potencia, además de para todo el mundo que se atreva a meter las narices en una historia tan extravagante (pero no por ello menos posible de ser real) como esta.