Hotel Lutetia (Navona, 2015), de Pierre Assouline y traducido por Susana Peralta.
Lo compré, en efecto, hace dos años, justamente cuando fue publicado. No sé exactamente por qué lo compré, a lo mejor lo hice porque me gustó mucho su argumento, pero lo que sí sé es que desconocía su complejidad.
No es un libro difícil de leer, ni mucho menos, pero hay que estar instruido en temas como la Segunda Guerra Mundial y los bandos alemán y francés para saber por dónde van los tiros. Yo estaba instruido lo justo, y con ello he podido salvarme al leer Hotel Lutetia (Navona, 2015), de Pierre Assouline.
Es una novela coral magnífica que se centra en la figura del seguridad del hotel, que ve pasar por los pasillos de ese hotel, primero a los diversos huéspedes, después a los altos cargos nazis y, finalmente, a los deportados, que vuelven desde los campos de concentración y que encuentran calor y ayuda en el Hotel Lutetia, un hotel situado en plena ciudad de París.
Assouline cuenta con mucha sencillez de palabra el desarrollo de los acontecimientos, y puedo afirmar que las últimas 100 o 130 páginas son emotivas, casi duras sentimentalmente hablando. Es un libro que te hace llorar porque te describe lo que los judíos y demás víctimas de la Segunda Guerra Mundial tuvieron que padecer. Cuando lo terminas de leer, te sientes con un inmenso vacío por llenar, con un dolor. Assouline en este libro te hace sentir, incluso, culpable, al igual que se siente el protagonista, quien no tiene más remedio que aceptar la toma de París por los alemanes a mediados del libro. Muy recomendable. Hace falta más libros como este.
Mortal y rosa 