Sucedió en Málaga también (Ediciones del Genal, 2018), de Patrick Tuite Briales.
Todo esto también sucedió en Málaga.
Sucedió en Málaga también (Ediciones del Genal, 2018), de Patrick Tuite Briales, es un libro que no debe considerarse una continuación del anterior, pues comprende historias completamente distintas, e incluso cambia la manera de presentar los capítulos. Aquí nos encontramos cómo los capítulos van hacia atrás, comenzando en el año 2008 y terminando en 1580, aunque luego vuelve a 2010 en el epílogo.
El tema principal del libro gira alrededor de la talla del Cristo de Ánimas de Ciegos de la ciudad de Málaga, sobre el que se hace una lista de desperfectos que deben restaurarse. Y, con este principio, ya se nos va introduciendo en diversos años de los siglos XX, XIX y demás, contándonos en cada uno de ellos alguno de los daños que recibió la talla (por ejemplo, cómo el Cristo perdió una falange en 1931, cómo le cortaron los brazos en 1936, etcétera).
Y, claro está, mientras nos cuenta en cada capítulo uno de los desperfectos de la talla, también nos va contando la historia de Málaga, una manera original y entretenida de ir introduciendo aspectos de la historia local a partir de un hecho que lo abraza todo como es la talla del Cristo de Ánimas de Ciegos. No hace falta decir que este libro, al igual que el anterior, tiene una gran carga religiosa, y no es para menos teniendo en cuenta la tradición religiosa de la ciudad y la importancia de su Semana Santa.
Así, nos vamos encontrando con hechos como que, en 1931, con la quema de conventos, el Cristo sufre varios daños. Y en 1936, ante la llegada de la sublevación, un personaje decide esconder la talla en su casa ante el miedo de que se repita la tragedia de cinco años antes. Estos y otros acontecimientos como el Desastre de Annual, las huelgas y revueltas anarcosindicalistas que hubo en la ciudad a principios del siglo XX, la riada de 1907 y el terremoto de 1884 sobresaltaron a la ciudad de Málaga y dejaron muchos muertos y daños materiales inmensos. Y así lo leemos en el libro, al igual que la epidemia de cólera que sufrió la ciudad en el siglo XIX o la epidemia de peste que azotó Málaga siglos antes.
Por supuesto, en el libro también nos encontramos con personajes ilustres de Málaga o relacionados con la ciudad tales como Manuel Agustín Heredia, Reding (gobernador de Málaga y artífice de la victoria en la batalla de Bailén), los Loring, los Livermore, los Gross y los Larios, comerciantes y empresarios algunos de ellos gracias a los cuales se construyeron, por ejemplo, los Altos Hornos de Marbella.
Entre estas historias y estos siglos transcurre la historia hasta que nos encontramos con un capítulo final desvelador y un epílogo que clausura este hermoso libro sobre la historia de Málaga. Todos los capítulos, si no recuerdo mal, acaban con alguno de los personajes yendo a rezarle al Cristo de Ánimas de Ciegos. Y este acto tan simbólico se repite con insistencia, quizá explicando así la importancia de la religión y de las tallas religiosas en Málaga, a las cuales los malagueños siempre se han agarrado con fuerza ante las penurias que han tenido que soportar: epidemias, guerras, masacres, invasiones… Por su localización costera han sido blanco de muchos ataques, y me ha dolido leer cómo se describían en el libro las huidas de los malagueños de la ciudad hacia los montes ante, por ejemplo, los ataques de los berberiscos.
Sin embargo, los malagueños y malagueñas también tienen una cualidad para contrarrestar lo ante expuesto, y es que a arrojo y coraje nadie nos gana. Y también lo demuestra algún que otro capítulo del libro, por ejemplo donde aparecen Vicente Moreno y sus hombres en la resistencia patriótica frente a los franceses, fieles a Fernando VII (un rey al que no soy nada afín, como tantas otras personas). Es especialmente admirable cómo Patrick consigue transmitir todo el sufrimiento de los malagueños ante la invasión francesa. Y digo que es admirable porque, a lo largo del libro, vemos que el estilo de Patrick no se sale de la raya, no parece ser un estilo agresivo ni dramático, al contrario, pero luego gira a trágico en algunas escenas casi sin que te des cuenta, y es conmovedor leer algunas de ellas, Patrick hace que estas escenas te lleguen al corazón.
Por esta razón deseo que Patrick siga deleitándonos con su delicada forma de contarnos la historia de Málaga a través de más libros. Y animo a todos aquellos, malagueños o no malagueños, que se acerquen a la historia de esta ciudad a través de los dos libros de Patrick, dos joyas con la que aprendemos a la vez que nos entretenemos, porque ahí radica la cualidad de este libro, que no es un denso manual sobre historia, sino un compendio de historias contadas de forma novelesca y atractivo a los ojos de los lectores.
Porque este libro, sí, también este libro es algo que sucedió en Málaga.