Bailarina. Una estrella abriendo camino (Aguilar, 2017), de Jorge Ruiz.
¿Eres una bailarina o un buscador de bailarinas?
Bailarina. Una estrella abriendo camino (Aguilar, 2017), de Jorge Ruiz, es un libro que me compré principalmente porque su autor es el cantante de la banda Maldita Nerea, una de mis favoritas (sino la que más), y quise ver cómo se manejaba en el mundo de la literatura con esta novela. En el libro encontramos intercaladas fotos de bailarinas, lo que hace que el texto sea más ameno y corto.
Al principio me costó empatizar con los personajes de Valeria y su madre, Mara, que son los que más aparecen. Sin embargo, conforme avanzaba la novela me pude ir haciendo un hueco entre ellas para ir entendiéndolas mejor, a una y a otra. Creo que hoy en día hay muchas Valeria en el mundo, y también algunas Mara.
Es esta una historia de amor, de desengaño amoroso, de despedidas para siempre, de reconciliación, donde Valeria es una chica joven que está a punto de dejar su relación con Diego, y su madre Mara la lleva de viaje a un lugar que Valeria desconoce al principio. Allí, Valeria termina definitivamente su relación con Diego por teléfono y se reencuentra, planeado previamente por su madre, con su amigo de la infancia: Marco (en una página del libro hay una errata, pues debería poner Marco y, en su lugar, pone Mario, así que «aparezco en el libro», aunque sea por error).
Todo transcurre de forma abrupta y dramática allí, pues Mara le cuenta la historia de su matrimonio con Gabriel, el padre de Valeria. Así, Valeria se reconcilia con su madre, con la que no tenía muy buena relación y, más tarde, se reconciliará con su padre.
Valeria vivirá una experiencia trágica y recibirá en las últimas páginas de un libro una carta que la cita en una cafetería. Yo me imaginaba desde muchas páginas antes quién la esperaría en la cafetería por el giro que habían tomado los acontecimientos, y acerté. Me cuesta no hacer un spoiler porque es una historia entrañable y dulce que todos deberíamos saborear y de la que podríamos aprender mucho.
Entre bailarinas y buscadores de bailarinas, esta novela se desarrolla de forma lineal, siguiendo un ritmo adecuado para los acontecimientos que ocurren, aunque a veces algún acontecimiento me ha pillado a contrapié, sin esperármelo. Este libro es pequeño y breve, pero eso no impide que transmita muchas cosas grandes y necesarias. Las fotografías, por ejemplo, encajan muy bien con el texto y nos llevan de alguna manera a imaginarnos que esa bailarina es la de Valeria. Y qué decir del texto: es música pura, no podría ser menos viniendo de Jorge, y está cargado de optimismo, que es lo importante.
Este libro invita de lleno a bailar, a lanzarse a la pista, a despertar a la Bailarina, a cargarse de alegría y optimismo. Y me recuerda tanto a las canciones de Maldita Nerea que puedo ver a Jorge cantando sus letras mientras escribía el libro. Es una oda a la feminidad, a las mujeres y a su brillante forma de ser que tanto nos cuesta comprender a los hombres, a la felicidad, un canto a la libertad y al amor que anima a abrir los ojos y saber qué es lo importante y qué hay que dejar atrás.
La última entrada de este blog fue sobre un libro de Friedrich Nietzsche, y sé que es un cambio brusco pasar de Nietzsche a Jorge Ruiz, pero ha sido necesario y útil porque me ha ayudado a alternar. Ya tengo la suerte de que Jorge me haya firmado el libro y unos cuantos discos y me gustaría que siguiera deleitándonos con otro(s) libro(s) y, sobre todo, con su música y sus letras tan magníficas.
Que navegues siempre hacia mar abierto, querido lector o querida lectora, y si alguna vez te pierdes, solo mira dentro o saca la bailarina que hay en ti.