Martes con mi viejo profesor (Maeva, 2015), de Mitch Albom y traducido por Alejandro Pareja Rodríguez.
Puede parecer un libro de autoayuda. Sí, quizá pueda clasificarse así. Pero eso no quita que se un buen libro.
Empecé a leerlo la mañana del viernes 09 de junio y terminé de leerlo antes de las doce de la noche del mediodía. Tiene tan solo 215 páginas y a mí me resultó un libro bastante ameno. Tiene enseñanzas, por supuesto, e incluso me hizo llorar.
En el libro, el autor charla con su antiguo profesor de la universidad, que tiene una enfermedad terminal. Charla con él cada martes hasta que el profesor fallece. Durante estas conversaciones, el autor también introduce pedazos de su vida y de la de su profesor. Por eso lloré, por la vida que ambos habían tenido en cierto modo, con la muerte de familiares prematuramente.
Albom describe con mucha delicadeza los sentimientos de su profesor, Morrie, hacia la enfermedad, hacia él y hacia la muerte. Durante sus conversaciones tratan diversos temas de los que Morrie da su opinión ahora que ve a la muerte tan cerca. Sin duda, un libro muy recomendable. Si fuera más largo, quizá rechazaría su lectura, pero al ser tan ameno, recomiendo su lectura para despertar las emociones que la sociedad hace que permanezcan dormidas para que nos centremos en el trabajo y en el dinero.