Nos vemos en esta vida o en la otra. Una historia real de traición y violencia (Planeta, 2016), de Manuel Jabois.
Si se le pregunta si se arrepiente de lo que hizo, responde que no. Dice que no se arrepiente de lo que hizo, pero sí de los que pasó. Cuando se le hace ver la incongruencia de la frase, zanja: «Es mi manera de verlo. Murió mucha gente que no tendría que haber muerto y demás, pero si necesitas el dinero, ¿qué haces?»
Nos vemos en esta vida o en la otra, de Manuel Jabois
Nos vemos en esta vida o en la otra. Una historia real de traición y violencia (Planeta, 2016), de Manuel Jabois, es un libro que compré posiblemente cuando salió. Recuerdo que lo abordé en los días previos a la Nochevieja de 2016, pero lo abandoné al momento. No estaba preparado, no quería tener un mal recuerdo de su lectura por culpa de mi inexperiencia, pero ahora ha llegado el momento de leerlo.
El 19 de abril de 2004, la tumba del subinspector Torronteras es profanada, su cadáver ultrajado y su cuerpo mutilado. ¿Por qué y quién lo hizo? A saber. Pero ya nadie se acuerda ni se lamenta. Torronteras fue una víctima más de los terroristas que provocaron el atentado del 11-M. Solo que él murió haciendo un servicio público, cuando iban a detenerlos y la explosión con la que los árabes se inmolaron se llevó por delante también su vida. Eso lo cuenta Fernando Reinares en su libro ¡Matadlos!, y lo narra a su vez Jabois en este.
Este libro trata los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, donde murieron 191 personas, pero desde un ángulo diferente al convencional. Es el atentado que más víctimas se ha cobrado en Europa hasta ahora. Sin embargo, Jabois deja de lado algunos temas más propios de investigación que ya abordan otros libros como 11-M. La venganza, de Casimiro García-Abadillo u otro que nombra Jabois aquí y que es Una historia del 11-M que no va a gustar a nadie, de Manuel Marlasca y Luis Rendueles, para centrarse en los personajes secundarios de la historia.
Concretamente, Jabois habla de Gabriel, apodado Baby, un chico asturiano que fue condenado por el 11-M siendo menor de edad. Por estas páginas se pasean, pues, la violencia, las drogas, los bajos fondos de algunas ciudades y un amplio espectro de personajes a partir de los cuales Jabois reconstruye lo que ocurrió aquel fatídico Jueves al que le cantó La Oreja de Van Gogh y que es inevitable escuchar en la cabeza mientras se leen estas líneas, que carecen de cualquier tipo de sentimentalismo, pero que llevan a recordar todas las muertes que aquellas explosiones causaron.
Jabois habla de Gabriel y de algunos amigos suyos porque estuvieron implicados en los atentados, fueron acusados de facilitar los explosivos a los árabes que luego los hicieron explosionar. De hecho, cuando los árabes se llevaron los explosivos de Asturias a Madrid, se despidieron diciendo «Nos vemos en esta vida o en la otra», la frase del título del libro.
Jabois narra admirablemente, en orden cronológico, respetando los acontecimientos y manteniendo la tensión, haciendo así que el lector no pueda deshacerse del libro hasta el final. Lo hace tocando los diferentes elementos que envuelven la intrahistoria, tales como el intercambio y consumo de drogas, y se interna en esta historia secundaria, oculta, en el grueso del iceberg que está sumergido, en la psicología de los personajes, en este caso de carne y hueso.
Amistades, confianza, palizas, chivatazos, trampas, servilismo, amenazas, extorsión y más situaciones y circunstancias se pasean por este libro repleto de información y de personajes, la mayoría de ellos masculinos, cada uno con un papel en la historia, una historia que Jabois teje sin dejar cabos sueltos. Asimismo, nos permite conocer el increíble despliegue policial tanto sobre terreno como de investigación que tuvo el caso (no fue para menos) en los días posteriores al atentado.
Este es un libro, por tanto, imprescindible, arrasador, interesante, que no te conmueve a la conmiseración, porque en ningún momento busca eso, sino que te informa y detalla lo que hubo detrás de tal catástrofe, sus pormenores, sus detalles, un diario de viaje de aquellos que fueron implicados. Una maravilla y una suerte haber tomado la decisión de leerlo ahora que sí sé apreciarlo.

