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El Día del Libro como última esperanza

Las librerías malagueñas afrontan el 23 de abril con fe en que el sector se recupere de los estragos de la pandemia

Un año más tarde de la declaración del estado de alarma en España, los escaparates siguen teniendo vida y mostrando las novedades. Cuando se pasea por la ciudad de Málaga, puede observarse que sus librerías siguen abiertas pese a la crisis sufrida por la pandemia, e incluso se aprecia alguna cara nueva.

En 2019, el censo de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías (CEGAL) declaraba que en España había alrededor de 3.556 librerías. Este sector ha tenido que afrontar no pocas dificultades en la última década, pero la crisis derivada de la aparición del Sars-Cov-2 ha sido la puntilla y, para algunas de ellas, incluso su final.

Los datos que CEGAL y el Ministerio de Cultura ofrecieron en 2019 no eran nada halagüeños: la mitad de las librerías españolas facturaba menos de 90.000 euros al año. Esto significaba que se encontraban, quizás, en el peor momento entre desde la crisis de 2008.

El advenimiento de la pandemia y el cierre obligatorio decretado por el estado de alarma obligaron a las librerías a replantear sus estrategias y buscar nuevas vías para generar ingresos durante unos meses en que nadie pudo salir de casa. Los datos de 2020, como era de esperar, tampoco fueron buenos, ya que CEGAL situó las pérdidas de las librerías en los tres primeros trimestres del año en el 22,5%.

En 2020, las librerías obtuvieron 232 millones de euros de ventas de libros frente a los 299 millones del ejercicio anterior. Sin embargo, fue el tercer trimestre (julio, agosto y septiembre) el gran responsable de que el desplome no fuera mayor, ya que en ese trimestre se registraron casi la mitad de esos 232 millones de euros.

A primera vista, parece el que sector ha aguantado el envite de la crisis generada por la pandemia. Sin embargo, las pérdidas han sido cuantiosas y no han podido evitarse los expedientes de regulación de empleo o incluso el cierre de algunos de estos espacios dedicados a los libros. «Como en otros comercios, la repercusión de la pandemia se ha traducido en la adopción de medidas extraordinarias como ERTEs para toda la plantilla con todo lo que ello conlleva. Afortunadamente ya estamos, hace mucho, todos de vuelta», nos cuenta A., librera de Málaga.

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La web como salvación

Las ventas online, desde la página web de las librerías y en otras plataformas como todostuslibros.com o Bookshop, que acaba de implementarse en España, han ayudado a reducir las pérdidas del sector. La puesta en marcha de esta última ha permitido equilibrar las cuentas de las librerías y evitar pérdidas económicas mayores. Sin embargo, no parece que la situación haya vuelto a la completa normalidad: «El gran crecimiento de las ventas online no llega a compensar los meses de cierre de las librerías físicas», asegura José Manuel Illanes, responsable de Casa del Libro Málaga.

Además, tanto las librerías como las cadenas de librerías han tenido que hacer frente a la competencia que supone Amazon, que también ha salido beneficiado del confinamiento estricto de 2020. Sin embargo, el esfuerzo por mantener a flote a las librerías independientes no ha sido menor: «El sector editorial en pleno se ha volcado en campañas e iniciativas de todo tipo a favor de fomentar mayor conciencia acerca de la necesidad de mantener vivas a las librerías», asegura A.

En 2019, el 67,5% de las personas que se declaraba comprador habitual de libros afirmaba adquirirlos en librerías, según datos de Statista. A estas le seguían internet (31,9%) y las cadenas de librerías (26,5%). Además, cabe destacar que hay muchos lectores que no optan por una única vía, sino que combinan varias.

Las librerías siguen siendo la opción favorita para los lectores. «Cada día son más los que confiesan que prefieren comprarlo en una tienda física que en Amazon a pesar de la “facilidades” que ofrece este vendedor», asegura A. Los datos que la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) publicó el pasado mes de febrero mantienen esta línea, ya que la fidelidad a las librerías ha subido del 67% al 71%. Los indicadores de hábitos de lectura son buenos, aunque podrían ser mejores: el 51,7% de los españoles reconoció haber comprado al menos un libro durante 2020.

«Los índices de lectura han crecido durante la pandemia y el libro se ha convertido en el aliado de mucha gente, lo cual nos ha permitido terminar el año mejorando las previsiones», afirma Illanes. La subida de internet ha sido, como se esperaba, de gran magnitud (casi siete puntos), pero no tanto la de las cadenas de librerías, como es el caso de Casa del Libro, que fue de un 0,2%.

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«El comercio online en 2020 se ha disparado»

Internet ha sido la gran baza de las librerías durante el confinamiento más estricto. A. nos cuenta que dos libreros hicieron de transportistas para llevar a casa de los lectores en bicicleta o moto sus pedidos y mantener viva la economía de la librería y la esencia de la literatura. Las ventas en la web han aumentado, como era de esperar, y también en Casa del Libro: «El comercio online no ha parado de crecer durante los últimos años, pero en 2020 se ha disparado», asegura Illanes.

Además, el grueso de las ventas por la campaña de Navidad no se concentraron, a diferencia de otros años, en el mes de diciembre, sino que se fueron produciendo desde finales de noviembre: «Las ventas también fueron más escalonadas, o sea, que no se concentraron tanto en los últimos días como suele suceder»., dice A. Entre estas compras en fechas señaladas, el género estrella siguió siendo la ficción, pero también destacaron otros como la literatura infantil: «Los bestsellers han ganado aún más peso, así como la ficción en general, aunque también han crecido mucho otras secciones como deportes, ocio, gastronomía o crecimiento personal», afirma Illanes.

Los libreros y las libreras esperan retomar la actividad normal de la librería cuanto antes, y celebrar en ella presentaciones y cuentacuentos como habían hecho hasta la llegada de la pandemia. En Casa del Libro, nos cuenta Illanes, ya han celebrado alguna firma, pero tienen planeado retomar las actividades de la librería a finales de año, siempre con todas las medidas de seguridad.

Para subsanar las pérdidas causadas por la pandemia y por la suspensión de ferias del libro y otros eventos multitudinarios que otros años se han celebrado en torno a la literatura, las librerías ponen su esperanza en el Día del Libro. Ese día abre en Málaga una nueva librería, Suburbia, un espacio «especializado en pensamiento crítico, filosofía política, (trans)feminismos, LGTBIQ+, antirracismo y movimientos», según reza su la biografía de su cuenta de Instagram.

El 23 de abril, muchas librerías de Málaga estarán presentes en la Alameda Principal de la capital para conmemorar el día señalado y vender libros a quien desee pasarse por allí. Ofrecerán descuentos y alguna sorpresa, además de libros por doquier y muchas ganas por retomar las ganas de leer. Muchas librerías confían en que este día sirva como colchón en el que, por fin, la economía del sector pueda respirar después de un año nada bueno y pueda refugiarse en el arte de imaginar historias.

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