El proceso (Edaf, 1977), de Franz Kafka y traducido por R. Kruger.

¡Es tan compleja y sutil la justicia! Termina por descubrir graves delitos donde no existen.

El proceso, de Franz Kafka

El proceso (Edaf, 1977), de Franz Kafka y traducido por R. Kruger, es un libro que leí con bastantes ganas. De Kafka leí La metamorfosis durante segundo de bachillerato, en selectividad fue el texto del que me examiné en la asignatura Literatura universal y fue una experiencia gratificante leer una novela tan espléndida. Kafka siempre ha sido un escritor con el que me he identificado bastante, y por eso esta novela me la esperaba mucho mejor de lo que finalmente ha resultado ser.

Protagonizada por Joseph K., la historia comienza con él siendo sorprendido en su cama por dos hombres que vienen a detenerle y que no le dicen por qué (comienza con el protagonista en la cama, como La metamorfosis). Los juicios a los que someten al protagonista son muy rudimentarios y sin garantías, pero K. se muestra siempre firme y me encanta su oratoria, sobre todo al principio.

Sin embargo, en mitad del libro se deja más de lado la historia del protagonista para centrarse en términos jurídicos difíciles de tragar y con los que parece que Kafka quiere aletargar y aburrir tanto al protagonista como al lector, porque conmigo lo ha conseguido. Mientras se desarrolla su proceso, Kafka mantendrá relación con diversos personajes, como con una mujer llamada Leni, una relación tóxica que yo habría desechado rápidamente mientras que él se atasca con ella.

En definitiva, este libro tiene de bueno que dibuja un retrato fidedigno de la época, criticándola tanto a ella como a la justicia y a la actitud altiva y déspota de algunos abogados y jueces, tal y como hace Hermann Hesse en alguno de sus libros.

Tras finalizar el libro con una recopilación de capítulos incompletos que dejó el autor y con un epílogo del bendito Max Brod que rescató todo lo que pudo, me veo en la situación de reconocer con dolor que, con lo que aprecio a Kafka, este libro no me ha gustado absolutamente nada. Tengo esperanzas en otra de sus novelas, El castillo, y espero que esa no me decepcione. Por tanto, poco recomendable en mi opinión, aunque lo digo a regañadientes.